Switched at Birth

Switched at Birth cuenta la historia de dos jóvenes adolescentes que un día descubren que al nacer fueron intercambiadas accidentalmente en el hospital. Bay Kennish creció en una rica y privilegiada familia con su padre, su madre y un hermano, mientras que Daphne Vasquez, que perdió su audición a una edad muy temprana debido a un caso de meningitis infantil, creció en compañía de su madre soltera en un vecindario de clase trabajadora. La situación adoptará tintes dramáticos cuando ambas familias se conozcan finalmente y empiecen a buscar la mejor forma de poder vivir juntos por el bien de ambas muchachas.

John (D. W. Moffett, Friday Night Lights) y Kathryn Kennish (Lea Thompson, Los líos de Caroline) han disfrutado de la perfecta vida familiar. Él, un atleta profesional retirado, y ella, una ama de casa, han criado juntos a dos hijos, Bay (Vanessa Marano, Las chicas Gilmore) y Toby (Lucas Grabeel, High School Musical), en un vecindario privilegiado e idílico. Pero su mundo se verá totalmente alterado cuando descubran que hubo un error en el hospital y que Bay no es realidad su hija biológica. Por su parte, Bay averigua en su clase de química que su tipo de sangre no parece encajar con ninguno del de sus padres y las pruebas oficiales confirman esta tremenda noticia. Las emociones se disparan, especialmente para sus padres, que no dejan de pensar que tienen una hija biológica que no conoce.

La familia conoce a Regina Vasquez (Constance Marie, George Lopez) y a su hija, Daphne (Katie Leclerc). Madre soltera, Regina ha trabajado siempre muy duro para cuidar de Daphne, miembro del equipo de baloncesto del instituto y la típica adolescente en todos los sentidos, excepto que es sorda. Daphne vive con su madre y con su abuela y asiste a un colegio especial con su mejor amigo, Emmett (Sean Berdy), un joven con una gran pasión por la fotografía y que suele ser encontrado haciendo fotos o montando en su moto. La vida de Daphne también cambiará cuando sepa que su madre no es quien ella pensaba que era. Su familia biológica, que vive con las mayores comodidades, es todo lo contrario a lo que ella ha estado acostumbrada todos estos años.

Las dos chicas se esfuerzan por mantener el equilibrio entre el mundo que ambas conocen y el nuevo al que han sido abocadas debido a este sorprendente descubrimiento. Ambas se cuestionarán sus respectivas identidades. Bay, una rebelde y talentosa artista callejera, está fascinada al descubrir que su madre biológica, Regina, también tiene un notable perfil artístico; mientras que el amor de Daphne por los deportes es compartido al máximo por su padre biológico, que en el pasado fue un jugador profesional de baloncesto.

Cuando los problemas económicos se hacen insostenibles para Regina, ella acepta la oferta de los Kennish para que ella, Daphne y la abuela de Daphne vivan todas juntas en la casa de invitados, dando a todos la oportunidad de llegar a conocerse entre ellos.